jueves, 22 de septiembre de 2011

Aeropuertos.

La verdad que al escuchar esa palabra se me ponen los pelos de punta. Es una sensación tan rara...Son lágrimas de felicidad al regreso de alguien muy querido, son llantos de dolor al ver atravesar el control de seguridad a esa persona y sabes que no la veras en muchísimo tiempo, son besos y abrazos con sabor a despedida, parejas que se juran amor y otras que prometen verse pronto.
Realmente para mi, esta palabra me da rabia, impotencia...Pero aquí me encuentro, apretando los dientes y sonriendo, mirando al infinito en un aeropuerto en el que no se ve nada sino la niebla que lo recorre por completo, pero esa niebla no impide que no  pueda ver el avión que me interesa, ese avión que poco a poco veo como se prepara para despegar y dentro...dentro el chico que estos días se ha ido ganando mi cariño, el chico con el que no me paraba de intentar reírme de él, ese chico al que le gustaban mis mordiscos y al que no me hubiese cansado de besar en mucho, ese chico que me hizo sonreír hasta el último segundo, pero sobre todo ese chico que con un simple "Eres la mejor, estamos en contacto gracias por estos días" me pudo, y de que manera, prometí no llorar pero me es imposible, se ha convertido en alguien demasiado especial, y me duele tener que despedirlo, tener que decirle adiós, pero esto no acaba recuerda: "Nos vemos pronto".

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