2012(L)

Quedan escasas 4 horas para que acabe el año y el alcohol empieza ya a estar en nuestras venas, las prisas comienzan ahora, todo debe de estar preparado y organizado de tal forma que el 2012 empiece a la perfección.

Tras días y días buscando el vestido y los zapatos perfectos ya es la noche, si, esa en la que tus pies pedirán a gritos un respiro pero tu cuerpo no te dejará.

Venga empezamos ya, así que, ¿Que tal si hacemos eso?.

Hagamos resumen.

Se acerca el momento, estamos a punto de acabar el año, tan solo faltan 2 días y 11 horas.
La verdad que este año ha sido bueno, si, ¿por qué no?
He vivido de todo, y he sido sin duda alguna de las personas más felices. Puede ser cierto eso de que todos los días no han sido buenos, pero han sido, y si han pasado es por algo. Con ellos he aprendido que todo pasa, que aunque un día me levante sin ganas de nada debo hacerlo, por mi, porque no hay nada peor que dejar las cosas a tu suerte, porque la suerte no te encuentra un día así por casualidad, la suerte es el resultado de todos tus actos. Pero todos los días no han sido malos, claro que no, luego han estado esos en los que he reído y reído, en los que he parado a soñar un poco, en los que he hecho miles de tonterías tan solo por ver reír a esas personas que necesitaban de una pequeña sonrisa, he intentado estar en todo momento con las personas que según mi punto de vista ahora mismo valen la pena, sin embargo he terminado de perder personas a las que le había prometido un siempre, quizás no haya sido lo mejor, pero era una decisión que tarde o temprano llegaría, no me gusta seguir adelante sabiendo que he roto promesas y más de ese tipo, por eso a partir de ese momento solo les regalo un para siempre a las personas que están conmigo día a día.
He aprendido muchísimas cosas, entre ellas que el dolor es pasajero, que nada dura eternamente, y que lo que hoy te duele quizás mañana con un poco de suerte se te haya olvidado todo lo que dolía. Comprendí que las segundas partes nunca fueron buenas, que las miradas pueden matar, pero hay palabras que duelen mucho más. Que una decisión equivocada suele ser más correcta con el paso del tiempo.
Realmente es un año en el que he vivido de todo, conseguí poner puntos finales a historias que solo traían problemas, supe dejar el rencor atrás y el orgullo a un lado, recuperé una dignidad quizás perdida, cogí un avión y por un par de días me olvidé del resto del mundo, volví a ver esas películas que me hacían llorar y comprobé que por mil veces que las haya visto, que aunque me sepa el diálogo casi, siempre acabo con la caja de pañuelos.
Me he dado cuenta que en toda relación ya sea de amistad o incluso sentimental es mejor tener altibajos, a que no siempre todo vaya bien... Que los sábados son mis sábados que nadie me los va a poder quitar, porque es el día de la semana en el que todo queda en un segundo plano, es el día en el que una botella de vodka, un sprite y un red bull hacen muchísimo y más si estas acompañada de tu amigos, si, esos que no te dejan nunca, a los que no hace falta contarle tu  historia, pues forman parte de cada capítulo.

Dos mil once, un año largo, donde lo malo acabó, lo bueno se mejoró, y lo nuevo sorprendió. 

Sonrisas y lágrimas.

Gracias por en cada lágrima poner una gran sonrisa.

No importa nada más, solo eso, solo lo que sentimos en ese instante.

No te preocupes si caes, al fin y al cabo, eso quiere decir que venías de muy alto.

Nada es eterno, incluso nosotros tenemos un fin llamado: muerte. 

Recuerdo esas cenas de navidad como si fuera ayer, y bueno, si, en parte fue ayer, pero no las que recuerdo, las que recuerdo son 10 años atrás, esa en la que estábamos todos juntos, en las que subíamos las escaleras corriendo, incluso alguna que otra vez los escalones de dos en dos, apagábamos las luces y encendíamos las pequeñas vengalitas y recorríamos todo aquel pasillo dándole un poco de luz con nuestras cuatro sonrisas.
La verdad que esos momentos no tienen  precio, hecho tanto de menos esas navidades, no porque las de ahora sean malas ni muchos menos, sino porque me he dado cuenta que en estas fechas, justo en ese instante en el que todos estamos en aquella mesa falta alguien, falta él, si ese pequeño que nos volvía locos con sus cosas, el que tenía la capacidad de revolucionar a todos y de cagarnos un poco en él cuando se dedicaba a tirar los petardos en nuestros pies, solo para ver como sus tres primas salían corriendo...¿Pero las cosas cambian no dicen?

Feliz navidad.

A ver, no es que me muera por besarte, pero la tradición dice que si dos personas se encuentran debajo del muérdago deben de darse un beso, así que hasta que te vea lo guardaré cuidadosamente.

Cada loco con su tema.

Sinceramente, yo que tu me miraría ese pequeño gran problema que tienes en tu cerebro, porque eso de aparecer cuando menos debes para nada...

No.

No te sientes a esperar, solo conseguirás eso, estar sentada esperando algo que quizás nunca llegue...

Los espacios en blanco son más que espacios.



Más de una entrada esconde algo.

Es la distancia quién nos enseña hasta que punto una persona puede significar algo para nosotros.

Lo esencial es invisible a los ojos.

Si estás leyendo esto, es porque has tomado bien las digamos "pistas" y has visto más allá de lo esencial, digamoslo así.
En estas últimas semanas me he encargado de decir que estoy bien que no pasa nada, pero en realidad pasa mucho, me estoy dando cuenta de mucho, y quizás nada vaya tan bien como lo pinto, quizás estoy cansada de no poder sentir lo que quiero, de tener que callarme cosas para que no parezcan otras, de estar entreteniendo a mi mente para que realmente no se de cuenta de las cosas. Pero eso ya no me sirve, creo que llegué a un pequeño límite en el que yo misma necesito sentir, ser yo misma como siempre fui, y no la que  se escondía para no sentir, lo siento pero no puedo más. 
Voy a sentir, hasta donde me dé a mi la gana, voy a dejarme llevar por lo que siento como he hecho siempre. Deberías de hacer lo mismo y dejar de pensar en si haces o no haces daño, ¿por qué? Fácil, si lo haces te lo diré, si no te lo he dicho hasta el momento es por algo y venga si te diré ese algo, porque cuando estás conmigo no importa nada más. Solo nos debe importar lo que hagamos y sintamos cuando estemos juntos. Y no se tu pero estoy cansada de fingir.

Lo que no ves.

Así que te propongo algo: Tú admites que me quieres y yo dejo de hacer como si no me importaras. 

Escóndelo.

Extrañar a alguien, es la manera que tiene tu corazón de recordarte cuanto quieres a esa persona.

Mientras.

Mientras las luces de navidad empiezan a coger protagonismo, mientras caminas por la ciudad y vas mirando expectante cada uno de los detalles, cada uno de los rincones que tienen un poco de digamos "magia navideña", tu, tus luces, esas que van dentro de ti, se van apagando, y ¿qué haces mientras? Mientras esperas a que vuelvan y las enciendan de nuevo, sabes que no están fundidas, que quizás solo sea el mal contacto con la corriente y esperas que llegue y las enchufe correctamente ya que tu no puedes sola.

Lo reconozco, te echaba de menos.

Gracias por ese abrazo, lo necesitaba.

Que ojalá el tiempo se parara, que se pudiera borrar las cosas que no te gustan y cambiarlas por unas mejores, o bueno quizás más fácil que se nos olvidaran esas cosas que están mejor en cualquier lugar menos donde las pones, en definitiva, ahora si, creo que, me tomaré un tiempo de descanso, lo necesito más que nunca.

No hay más motivos

Que los que tu misma creas en tu propio mundo.

Sentir que hay algo por lo que vamos a intentarlo.

Tal vez eso, o una sobredosis de realidad.

Justo en ese momento.

Y de repente algo sientes dentro de ti, y te paras a pensar, y es que realmente hay algunas despedidas que no tienen ese sabor agridulce de un adiós.

Me permitiré el lujo de en cada mordisco confesarte un secreto, de dedicarte una mirada y regalarte una sonrisa.

Me doy cuenta de que estoy hecha un lío, de que un día hablo que no me pasa nada, y al otro estoy de lo más sensible y vulnerable, si tal vez en esos días en los que te agradecería que no me dijeras nada o simplemente me dieras un abrazo. Reconozco que mis cambios de humor son mortales, y que tengo cosas quizás de un poco loca, no por lo que hago, sino porque no tiene sentido alguno nada de lo que hago. Si, no soy fácil, pero,

Tal vez necesito eso.

Nunca existió una máscara para ocultar el dolor en una mirada.

*¿Te importaría quitarte esa máscara? No estamos en carnavales.
+¿Qué máscara?¿Qué hablas?
*Pues hablo de esa máscara que le muestras al mundo de que las cosas siempre andan bien, no siempre todo tiene que ir bien...
+Pero es que no es ninguna máscara todo anda bien..
*Si venga ya, vete a engañar a otra persona.
+Es la verdad, no tengo porqué engañar a nadie, que la gente se invente sus historia, que se invente mis sentimientos no significa que yo los tenga que mostrar, el día que las cosas vayan realmente mal, se me notará, porque no habrá máscara, porque jamás, nunca existió una máscara para ocultar el dolor en una mirada.

Ojalá todo fuera así, ojalá pudiéramos manejar el mundo a nuestro antojo sin preocuparnos de nada, sino por lo que sentimos y poco más, pero no, no se trata de manejar el mundo, sino de no dejar que el mundo te maneje a ti.

Me apetece,

La verdad es que si, me apetece recordarte lo importante que te deberías de sentir, no por el hecho de conocer a una chica como yo (que si, también lo deberías de hacer), pero no, no es por eso, te deberías de sentir importante porque confío en ti, porque te considero de esas personas por las que vale la pena luchar para que una amistad dure, te deberías de sentir orgulloso por en poco tiempo conseguir que te prometa algo, y siempre que lo hago es porque estoy muy segura que lo que prometo lo voy a cumplir, así que si lo hice es por algo. Porque quiero que tengas presente algo, siempre que te vuelvas loco y te de por llamarme estaré al otro lado para escucharte y reírme de ti como suelo hacer, porque no te voy a decir lo que ya te he repetido tantas veces, y esto tampoco es para eso, es para que te quede claro de una vez pase lo que pase, sea como sea, estaré ahí o aquí. 

No tiene precio.

Una tarde de sábado con tu mejor amiga, una bolsa de palomitas, un paquete de papas, un refresco, una manta y miles de risas mientras ves un partido de fútbol del cual sois fanáticas de equipos distintos, no tiene precio.

SOY YO, TU MEJOR AMIGA.

Hola, no, nunca me he pasado por aquí, cierto... pero me es necesario. 
Solo quería decirte...  ¡CUIDA MI GRAN TROZO DE CORAZÓN QUE TE PERTENECE!

J'adore paris.

Porque quizás después de todo, sea mi lugar preferido, ese donde olvidarme de todo y por un momento no pensar en nada sino situarme en medio de ese enorme paseo y ver como la vida pasa, que por un instante debemos hacer eso, pararnos y disfrutar un poco de la vida.

¿Por qué?

¿Por qué tratas de matarte tras cada calada más que te empeñas en darle?

Estar enferma.

Si estar enferma un fin de semana no es lo más divertido del mundo la verdad, y menos si es para mi que son en estos días en los que más puedo ponerme a pensar, y no se si es por la fiebre o qué, pero mi cabeza da más vueltas que nunca, siento que hay algo que no marcha bien y por un simple mal entendido, quiero pensar que no, que es que al estar mala todo me parece un mundo y en un par de días cuando esto se me pase diga "joder, eran cosas mías", si, un par de días son los que me estaré comiendo la cabeza con el dichoso tema pero quiero que algo quede claro, fue un mal entendido una simple casualidad.

.

Abriré el armario, sacaré mi mejor vestido, me miraré al espejo, un par de retoques y listo. Una gran sonrisa, y un largo fin de semana de por medio.

Quizás más alto, pero no más claro.

Se dice rápido.

No puedo pedir más de lo que tengo sería de muy egoísta.

Cuatrocientos días a su lado, la verdad han pasado muuy deprisa, quizás demasiado, pero no es que se sepa mi vida ni mucho menos, es que en cuatrocientos días ha vivido conmigo. Es cierto que nos podemos pegar miles y miles de días picandonos, sacando lo peor de nosotras, pero al mismo tiempo a los 3 segundos estar tiradas en el suelo muertas de la risa, tiene la facilidad de que con su simple presencia todo vaya bien, de que si  en algún momento me entran dudas de qué es lo que estoy haciendo ella está ahí para recordarmelo, porque es más de lo que un día pedí, me ha enseñado, ayudado, apoyado aunque no quisiera, pero es que acaso, ¿no es esa la verdadera amistad? Esa con la que no siempre tienes que estar de acuerdo, pero siempre estarías dispuesta a darlo todo por ella, esa que con tan solo una mirada sean capaces de entenderse, y esa en la que ya después de tanto una sonrisa se convierte en el mejor regalo, porque es levantarte y ya tener un buenos  días, y acostarte y un buenas noches, es una cantidad de fines de semana juntas, de risas y llantos acumulados, uno detrás de otro sin excepción de ninguno, son paranoias compartidas, tonterías realizadas, son miles de cosas de las cual no cambio ninguna, son miles de razones por las que no la cambio a ella, mi mejor amiga.

-Aunque las cosas siempre se nos pusieron muy difíciles y negras, rendirnos era nuestra última opción, y así lo hicimos, no nos hizo falta llegar a la última opción pues en la primera ya estábamos las dos para poner un poco de color.

Estoy un poco cansada de que decidan por mi, de que elijan por mi las cosas, no hay nadie mejor que yo para elegir lo que son o pueden llegar a ser mis errores, tengo diecisiete años, pero se muy bien lo que quiero, tengo las cosas bastante claras y no necesito que nadie vaya eligiendo por mi, que si digo es mi vida es porque yo mando en ella, se supone.

Horas en el espejo.

Llevas no se ni cuantas horas mirándote en ese espejo, observando como tras capas y capas de maquillaje sigues sin poder poder disimular eso, no sabes como llegó hasta ahí, en que momento dejaste que te pasara, y mucho menos porqué, pero esa sonrisa que tienes en tu cara y tratas de esconder no es un escudo.

-Hola pequeña,  ¿qué haces ahí tirada?
-Pues no lo se, supongo que llegó alguien y me empujo hacia el vacío y aquí me quedé...
-Pero, ¿y por qué no te levantas?
-Porque me empujó la persona que más quería
-A ver pequeña si te empujó es porque quizás esa persona no sentía lo mismo, pero esa no es razón para que continúes aquí en el suelo.
-Lo se, pero mantengo la fe, de que un día decida volver y me levante
-Mira a tu alrededor, hoy hace un día estupendo, así que vamos levanta de ahí, que las princesas no lloran.
-Yo no soy una princesa..
-Dependiendo para quién, pero ¿no ves que malgastas tu tiempo aquí, cuando te queda mucha vida por delante que espera que la disfrutes? Que en casi dos meses cumples tu mayoría de edad, que estás en un tiempo en el que no vale la pena quedarse tumbada a la espera de nadie. Así que vamos dame la mano, te ayudaré a quitarte las manchas de maquillaje que tienes en tu cara e iremos a ver el mejor vestido, veremos la mejor película y nos olvidaremos de todo, empezaremos a cantar por eso de "quién canta su mal espanta", y espantaremos todo lo que se nos ponga por delante, somos dos grandes princesas, y ninguna  de las dos  estamos solas, tu me tienes a mi, y yo a ti, así si estamos juntas cuando intenten de nuevo lanzarte al vacío estaré a tu lado agarrándote para que no caigas.

ME.

Soy de esas personas que si dan la mano no es en vano, de las que piensan que no hay mayor tristeza que la tristeza de no saber sonreír, que si hay algo que realmente puede conmigo es que juzguen antes de conocer, de que saquen conclusiones equivocadas por lo que hablen cuatro personas tontas que no representan nada, más que nada es porque es como decir que un libro es malo tan solo porque su portada es fea, no se, me parece de lo más absurdo y por eso siempre intento conocer antes de juzgar. Soy muy ingenua cierto pero no soy tonta. Me gusta darlo todo por lo que quiero. Se perder pero siempre voy a ganar, no me gusta la sensación que se te queda al perder sin haber hecho nada. Para mi siempre ha valido una mirada más que mil palabras, no por eso de que las palabras se las lleva el viento sino porque en una mirada se esconde mucho más. Soy un tanto supersticiosa y se que la suerte no esta hecha para mi pero no por eso dejo de buscarla. Por culpa de una persona hace tiempo que dejé de creer en las casualidades y cada día pienso más en el destino, en que todo pasa por algo, y si algo está para salir bien acabará saliendo bien. Confío demasiado en la gente que no debería y quizás por eso muchas veces me he visto en el suelo pero por poco tiempo, ya que me he dado cuenta que soy yo la que pongo mis límites, la que decide si vale la pena caer o no, soy yo la que elijo el daño que voy a recibir, con esto no me refiero a que me haya convertido en una persona sin sentimientos ni mucho menos, sino que tienes que conocerme demasiado para saber que me hace daño y que no, deberás conocerme a la perfección para saber que tanto escondo detrás de una bonita sonrisa. Esto tampoco quiere decir que siempre ría, no, hay veces que también lloro, quizás lloro demasiado, pero porque si lo hago, lo hago con todas mis ganas y por algo que creo que realmente vale la pena o que tiene mucho significado para mi. Soy demasiado tímida y muchas veces me puedes ver dudando en si hablar o no, ten por seguro si lo hago llevaré la razón, una vez me dijeron más vale callar y parecer tonto que hablar y demostrarlo, por eso antes de hablar, antes de dar mi opinión sobre algo, aunque ya sea sobre mi dudaré, no me gusta decir las cosas sin pensarlas para luego arrepentirme, vale, si, es cierto hay veces que lo hago y soy muy bruta diciendo las cosas.
Hay días en los que me puedes ver subiéndome por las paredes de felicidad, repitiendo a las personas de mi entorno lo que las quiero y lo que significan para mi, pero puede ser al día siguiente en el que esté más irritable que nunca, esos días aconsejo que no intentes calmarme será un esfuerzo innecesario. No suelo pedir consejo a menos que esté echa un lío, pero si suelo pedir la opinión de los que me conocen para guiarme por ello, digamos la mayoría de las veces lo que me dicen me lo paso de oreja a oreja, prefiero hacer lo que siento. Me dedico a aprovechar todas y cada una de las oportunidades que se me presentan, unas mejor otras peor, una vez me dijeron eres como un libro abierto siempre se te ve por donde vas a venir, pero aun así nunca dejas de sorprender...

Hola,

¿Te gustaría no hacer planes conmigo?

No me gusta nada planear las cosas, porque cuanto más lo haces peor sale, así que propongo algo, dejar de hacer planes, reír, llorar, saltar, bailar, cantar, que la vida esta para disfrutarla no para malgastarla haciendo planes absurdos.

3.

Juntas podemos tener más defectos que virtudes cierto, pero juntas, puedo asegurar que soy la persona más feliz del mundo.

No suelo pedir mucho,

pero ¿te importaría darme nuestro último primer beso?

Y es justo ahí cuando te das cuenta que las cosas solo pasan una vez.

Sweet sixteen.

Tal día como hoy hace exactamente dieciséis años que nacería una de las personas más importantes de mi vida. Quizás nuestra amistad no ha sido un camino de rosas, sobre todo el principio, que ninguna de las dos lo hubiésemos esperado.
Era una tarde de febrero en la que como siempre yo salía de casa tarde y corriendo, pero según abrí la puerta estaba él hablando por teléfono y en el banco de al lado ella llorando, por mucho que me cayera mal no lo pude evitar y con un "tranquila todo irá bien" podemos decir que empezó todo. Me tenía que ir así que continué con mi carrera hasta que llegué por la noche y no lo pude evitar y dieron comienzo ahí nuestras largas y laaaaargas conversaciones en las que empezábamos a compartir de todo, desde pequeñas historias hasta grandes secretos, el tiempo la verdad que ha pasado rápido estamos cerca casi del año, y yo creo que es tan importante como algunas personas que llevan bastante tiempo en mi vida.
Es cierto que este es el primero de los tantos y cientos de cumpleaños que pasaré a su lado, porque con sus cosas buenas, con sus cosas malas, con su cierto pesimismo para algunas cosas, con su cabezonería, con las miles de pancartitas que le he tenido que hacer para que entienda las cosas y decirle: "-Joder Mah! y eso que no eres rubia, deja de teñirte que sigues siendo igual de tonta.", con esas tardes en las que hemos reído,en las que hemos comido helado, visto películas, puesto al tanto de todo aunque lleváramos sin vernos apenas 2 días, incluso recuerdo aquella tarde en la que me llamó llorando y salí de la playa corriendo para ir a buscarla. Con cosas como las que yo he vivido con ella cualquier persona se puede dar cuenta de que una amistad no puede ser desde siempre, pero si puede ser para siempre, y es lo que me demuestra ella, es lo que me demuestra día tras día, incluso en los que le digo "está todo bien" y es capaz de sacarme hasta lo más mínimo que me come por dentro.
Puedo decir que es de las personas más fuertes que me he podido tirar a la cara, que incluso en sus días malos es capaz de sacar una sonrisa y contagiar a los de su al rededor, es de las que más a luchado por lo que quiere, y confirmo que a día de hoy lo sigue haciendo con las mismas ganas que tenía el primer día.


-Así que, pequeña disfruta de tu décimo sexto aniversario y se feliz que es lo que importa y lo que te mereces después de todo.

Te quiero muchísimo.

Ese cachito de felicidad.

Porque pueden caer mil rayos, el mundo se puede girar y ponerse de patas arriba, pero ellas serán siempre ese cachito de mi felicidad.

Y cuando llega el final del día me paro a pensar, quizás no se muy bien en que y mi cabeza va pasando por conversaciones, por momentos, recuerdos, incluso los mínimos detalles, se para en cada uno de ellos y saca una pequeña conclusión: él me quiere, yo le quiero, me echa de menos, le echo de menos. Entre los dos intentamos actuar normal...

-Si las cosas se ponen duras y difíciles, abrázame y bésame como si el mundo se acabara después.

-Nunca me des las gracias

Simplemente hazme reír como siempre.

¿En un  folio? Me harían falta muchos.
¿Con palabras? Me faltarían incluso.
¿Con miradas o gestos? No demostrarían quizás ni la mitad.