lunes, 17 de octubre de 2011

Esta vez empezaré distinto, hablaré de personas pero los llamaremos X y Z.
      Ambos eran un par de desconocidos que comenzaron a hablar cuando Z confundió a X con otra persona. La verdad que fue un principio un poco atípico, puesto que llegado el momento ninguno de los dos imaginaría como sucederían las cosas...
      Con el paso de los días, incluso las semanas poco a poco se van cogiendo cariño, pero el suficiente para poner una regla, que significaría mucho más que eso. Los dos están seguros de hasta donde pueden llegar, pero aún así continúan con esta especie de "juego". Hay días en los que dudan, hay días en los que quieren dejar hablar a su corazón, pero saben que es una completa locura, así que prefieren seguir callando, prefieren mantener sus ideas frías y no cambiarlas.

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