miércoles, 6 de julio de 2011

Y ya hace un año.

El tiempo pasa rápido, la verdad que sin darnos cuenta queramos o no, nos encontramos a tan solo un par de días antes de que mi vida diera un cambio de 360º, siendo sincera ni yo misma me lo hubiese imaginado.
Era una chica tranquila con unos amigos que organizaban miles de fiestas, donde pasaba todo el tiempo fuera de su casa con su amiga, donde reír era su día a día, no había ni un solo día en el que nada fuese así.
Pero ese día algo cambio, apareció él.
Cambió mi vida por completo, los días eran más interminables, el tiempo se me pasaba más rápido aún si él se encontraba cerca, aprendí miles de cosas, y perdí otras tantas. De las perdidas las más importantes creo que ya las recuperé. Los primeros 6 meses fueron perfectos felicidad, felicidad y más felicidad, conocí personas increíbles que en menos de nada consiguieron defraudarme, conocí a otras que por ser tan bruta yo misma la cagué, pero no importaba él continuaba en mi día a día, con nuestros más y nuestros menos, con esas semanas que nos pegábamos sin hablarnos y luego pedía perdón, o por simplemente miedo a cagar algo tan bonito como la amistad que teníamos. Si vale lo reconozco quizás no debí insistir a joder esa amistad por otro sentimiento que estaba segura que no era recíproco, pero ¿y si lo acababa siendo? ¿quién lo viviría entonces por mí? Decidí arriesgarme apostar el todo por el nada. De mi parte es un poco absurdo nunca antes había ganado nada esta no sería la excepción, pero preferí creer que sí. Y así fue los primeros días, ni yo misma me podía reconocer, estaba llegando a límites insospechados en eso que llaman felicidad. Porque a pesar de lo que dicen que no hay límites yo pienso que sí, y el tiempo así me lo iba confirmando, me confirmó que la ausencia de señales era una propia señal en sí, y hasta el último instante no lo quise ver, ¿que si me arrepiento? No podría contestar, hay veces que digo que si, y otras que pienso que no.
La verdad es un poco contradictorio, los primeros seis meses fueron digamos "perfectos", pero las cosas cambian, y tanto que cambian. Esos días de felicidad, tras felicidad, se convirtieron en lágrimas, en recuerdos rotos, en momentos en los que ni la cama me aguantaba, y otros en los que la cama era la única cosa que podía hacerme evadir de los miles de recuerdos que se empeñaban en atacarme día si y otro también. Ese chico que cambió mi vida desapareció y de una manera que jamás hubiese deseado, porque si estaba convencida que todo acabaría, pero no así no de esa forma, no con esos sentimientos que aún quedan dentro de mi...
A día de hoy, a ese chico no lo puedo mirar a la cara, no puedo saber que está cerca de mi, no puedo saber lo más mínimo que tenga que ver con él y sea cerca de mi.
Quien me conoce sabe que a parte de hacerme la chica más feliz del mundo, ha terminado con mi vida, si digo terminar porque así lo siento.
Después de él han habido otros chicos, no tantos como me hubiese gustado o si, no lo se, lo que se es que su recuerdo a día de hoy un año después de conocerlo, tres meses después de haber perdido todo contacto con él, todavía su recuerdo me hace daño, todavía me atormenta su recuerdo y lo peor todavía siento cosas por él, pero ¿que qué siento? Rabia, dolor, asco, angustia, miedo, rencor, pero sobre todo decepción.
¿Rabia?, por ver todo lo que fuimos y lo que ahora somos.
¿Dolor?, por cada una de las promesas que hizo y él mismo se encargó de romper.
¿Asco?, por la forma en la que me trato, un negocio...
¿Angustia?, porque aunque me canse de negarlo yo se que le quiero o le tengo un cariño especial...
¿Miedo?, porque después de todo lo que de una forma u otra hice por él nada tuvo resultado, y si yo esa chica que luchaba, que no se rendía, ahora me cuesta 18362546254712341 veces más que antes.
¿Rencor?, nunca me caractericé como una barbie y sin embargo jugaron conmigo hasta romperme en mil pedazos.
¿Y decepción?, pues porque pensé que era de una manera, que era distinto, que todo lo que me habían contado de los chicos eran patrañas pues no lo conocían a él, era especial, tenía algo, no era guapo pero si atractivo, era diferente para mis ojos, pero una vez más ERROR! y de los grandes.
Me gustaría saber que todo esto es un sueño, que viví una pesadilla, pero que conservo su amistad, quizás es eso lo que añoro de él, o una explicación en si, si quieres a una amiga de verdad no la tratas así, pero bueno no quiero saber más nada, no me importa nada de él. Se que es feliz que le va bien y me alegro, no le puedo desear el mal a nadie. El odio es un sentimiento que tenemos hacía algo por no poderlo tener y tengo claro que no lo odio, aunque hay días que puedo gritar eso mil veces, pero me hizo tanto daño... que bueno no es el caso, me alegra saber que le va bien y que no sufrió como yo. Me alegra saber que todo le va bien, al fin y al cabo yo poco a poco voy rehaciendo mi vida...


-Y antes de poner el fin a todo esto de una vez, quiero decirte que si llegas a leer esto, recuerdes que nunca es tarde para una explicación...

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