viernes, 22 de julio de 2011

Tres insignificantes semanas que tengo para hacer lo que me de realmente la gana sin pensar si te va a molestar algo, si te vas a llegar a enterar o cualquier cosa, me sale una maldita herida en el labio, ¿coincidencia?¿señal del destino? o es que realmente, ¿soy una puta gafe?, pueden ser tantas cosas, que si seguimos con la sinceridad espero y estoy más que segura que es una señal, ya que la ausencia de señales hubiese sido otra en sí. La verdad no tengo ni idea, pero me gusta seguir en mi pensamiento, ya que soy feliz en él.

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