La decisión era clara, mi sueño se comenzaba a hacer realidad, era el tiempo de marcharme.
Pero esto no es una carta de despedida a mis amigos, esto no es un adiós a ellos, es un adiós a mi sueño, porque hay veces que tienes que dejarlos de lado, y pensar que será por alguna razón, porque algo mejor me espera aquí aún... Acierto al decir que ha sido la decisión más difícil que he tenido que tomar yo sola, pero aunque era un momento en el que debía de pensar en mi, creo que también tenía que pensar en las consecuencias que todo traía al ser tan rápido...
No es un adiós definitivo a mi sueño, es un "nos vemos pronto".
Barcelona, espérame.
Si realmente debo irme, en unos meses lo haré, y será para siempre. |
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