Estaba siendo más fuerte que nunca, no se imaginaba lo fuerte que podía ser, hasta que ser fuerte se había convertido en su única opción. Sus ojos volvían a brillar, no con ese brillo tan especial, pero algo distinto tenían aquellos dos ojos verdes azulados. Cualquier motivo era bueno para distraerla y que dejara de pensar, cualquier cosa se había convertido en:
la perfecta distracción.
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