lunes, 23 de mayo de 2011

Basta ya. Estoy fuera. Los recuerdos han llegado a su fin. Ya no queda nada que me devuelva esos momentos. No ha sido nada fácil lo sé, pero nada vale la pena sin esfuerzo. Y esta vez, después de todo, mi esfuerzo está dando resultados. He aprendido que quien no arriesga no gana, que no puedes nunca decir "me rindo", que la felicidad si se puede medir en los pequeños detalles, que nada dura para siempre pero mientras pasa debes disfrutarlo, que el tiempo no puede medir el cariño que le coges a una persona, que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes pero tampoco sabes lo que te has estado perdiendo, que por mucho que le digas a alguien "sin ti no soy nada" si ese alguien se va tu seguirás estando pero más fuerte que ayer, que lo que no mata engorda o te hace más fuerte, que debes luchar cuando sepas que tienes algo que hacer sino no luches, que el tiempo no cura las heridas pero si que te acostumbras y aprendes a vivir con ellas, que de los errores se aprende y para ello no hace falta caer solo una vez sino cientos de miles, que por muy hija de puta que se te ponga la vida tu debes de serlo un poco más, que no hay distancia más puta que el orgullo, que hay veces que tu mismo/a eres tu propio miedo, que puede que quizás tu hayas acabo con el pasado pero él no lo ha hecho contigo, que quizás después de todo el destino es quien está detrás de todo, que después de la tormenta siempre llega la calma y quizás por esa razón lo bueno siempre tarda en llegar, que no hay mayor ciego que el que no quiere ver, que sentir dolor es inevitable pero sufrir es opcional, que hacer lo correcto es realmente hacer lo incorrecto, y sobre todo que no hay nada imposible sino improbable...

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